No te pido que los saques del mundo, sino que los libres del mal. Ellos no son del mundo, como siquiera yo soy del mundo.4¿Cómo puedes decirle a tu hermano: “Déjame que te tirada la mota del orificio”, teniendo una viga en el tuyo?Puede admitir en su correo electrónico de forma gratuita la Homilía dominical, y las reflexiones sobre el Evan